Por la calle cargada de cristalinas guirnaldas
lágrimas del cielo inundan mi memoria,
olor de infancia y tierra percibo a mis espaldas,
aromas y nostalgias de viejas historias.
El recuerdo primero del color de las luces
del sol que en mi cuarto de infante admiraba,
esas danzas errantes de los puntos fugaces,
destello aquel que unas rendijas filtraban
Recuerdo un instante el olor del pan horneado
llegando puntual de la casa vecina,
olor de café negro que con el pan mojado
consolaba el hambre de nuestras rutinas.
Memorias de pan y lluvia que en mi niñez fueron
semillas de flores que ahora florecen,
colores y aromas que a mi presente trajeron
nostalgias que llegan y desaparecen.