¡Bienvenido huracán!
Hoy es día para destinar mi caída.
Ha llegado el momento de preparar un funeral.
Ya no temo de la fuerza que tus alas traen.
Mis pasos ahora son firmes.
Hierro contrae mi corazón.
Su frio fumiga la esperanza.
Su mirada corta el aire.
Ya no temo a la muerte.
Desde aquel día morí…
Desde aquel adiós que me dejó sin aliento.
Desde aquel beso traidor que me supo a venganza.
Desde aquel segundo en que sus ojos fueron ceniza.
Me burbujea el alma.
Escupe oro y resina.
Escarba polvo entre las nubes.
Sacude luces de la superficie.
Me quema el paladar.
Pone carbón dulce en mis dientes.
Anzuelo soy en sus labios.
Beso ardiente que me consume.
Un amor silenciado por siempre…
Tu amor
Mi amor