No debo escribirte ya, no debo
así la noche se acueste en mis ojos
llenándolos de sutilezas
así los roce con su encanto,
así se descubra y me muestre lo
invisible, no debo.
Ha de vengarse de mi ser
silenciosa y tentadora
en la cuna de mis sueños
matando a cada uno
desapareciéndose y contigo.