Sabía que llegaría el día
de un triste adiós,
después de muchas noches de luna
me quedé en silencio con el alma adolorida,
pensando como de un momento a otro
se puede quebrar los sentimientos
como leña seca, para el fuego.
Tanto amor, ¿Para qué?
tanto sueño disuelto como azúcar,
¿Para qué?
si de nada sirvió mis noches, mis sueños,
mis más íntimos anhelos,
de saberte siempre mía, solo mía,
todo eso, ¿Para qué?
Ahora que eres libre golondrina,
vuela, vuela y sé feliz,
cuanto más alto te sientas
sabiéndote bien, con dolor sonreiré por ti,
no te detengas, busca otro nido
vive un nuevo amor, olvídate de mi.
Pero recuerda siempre,
que si te dejé ir,
es porque te amo, como nunca amé,
es porque estás lejos y nunca te alcanzaré.
Me sangra la herida por este triste adiós,
pero si es por tu felicidad,
no soy quien, para no líberarte de mi amor
Adiós hermosa flor, me llevo solamente de ti
los momentos más felices que vivimos ayer,
no culpemos al destino que ya hizo bien
al conocernos, si no seguimos juntos
es porque así es nuestro destino
guardemos nuestra bella historia de amor,
en el cofre del recuerdo.
Autor: Mallíto Cassaño
23/12/14