Tu alma blanca a mi me atrae naturalmente y tu corazón rojo me apasiona
lo mismo me pasa con tus ojos cafés a los cuales adoro
y todos ellos junto a tu mente brillante y transparente como a su vez a tu alegría naranja me han convencido que se me hace ya hora concluir que me fascina toda tu persona.
Pero a pesar de que este maravilloso conjunto de colores que posees me atrae totalmente
lo que más me apetece de ti
son tus párpados azules
y tus gemidos dorados.