Atrea

Infancia

Dejo otro año atrás
y sigo siendo la misma
que hace 23 y poco más.
Añoro las tallas de mes,
la suavidad del algodón
incrustado en mi piel.
Añoro la vida en pañales,
llorar o reír porque sí,
las caídas de los primeros pasos
y la torpeza, la dulce torpeza.
Añoro jugar a ser mayor,
mi afán por descifrarlo todo
y su sabor amargo.
Lo verdadero de vivir,
mis pequeñas manos
sostén de todo un reino
en el que era mi príncipe
el novio de la barbie. un ken.