Preguntase algún poeta
¿Cómo formular en texto,
aquel roble de ese gesto?
Magno templo de sus letras
Siendo altiva la silueta,
recetario de su verso,
supo ver el sortilegio
traslucido en cuyas cuencas.
Mas la esencia fue soberbia,
la de tripular el lienzo.
Era como el polvo al viento,
cielo y tierra.. cielo y tierra.
Pero ¿Qué juglar pudiera
comprender tal manto negro?
De desiertos y silencios,
de un ocaso que envenena.
La congoja era sincera,
tras la finitud del verbo.
Como quien siembra en inviernos,
auspicios de primavera.