El amor es como un mar,
con días de calma y de tempestad.
Yo navego a través del mar,
cruzando el océano atlántico de Europa a Suramérica
en un velero guiado por la brisa del viento.
Cuando nace el amor,
los rayos de sol iluminan el barco,
las aguas del mar están tranquilas,
una brisa suave acaricia mi rostro,
las estrellas brillan por la noche
y guian el barco como una brújula.
Me gustaría atraparlas con besos y caricias
y que mi amor resplandezca en la noche
tanto como ellas.
Cuando el amor fracasa,
una tormenta sacude el mar,
las olas rugen y se agitan,
el barco choca con grandes acantilados,
se fractura en pedazos
y sufrimos heridas,
igual que mi alma llora por desamor
y reclama su alimento que le falta.
Me gustaría navegar en el barco del amor
desde Europa a América,
guiada por la estrella más hermosa.
Disfrutar minuto tras minuto de tus besos,
miradas, caricias y gestos de amor
y acariciados por las aguas de un mar tranquilo.