Hoy desperté de madrugada…
pensé con asombro ¡Un minuto!
Tuve un sueño; en él, tú me preguntabas
¿Para qué sirve un minuto?
- Respondí- Sirve para animar o desanimar,
reiniciar la reconstrucción de nuestra vida
y hogar, poder sonreírle a los demás
a uno mismo, darle el último adiós
al moribundo o la bienvenida
a un nuevo ser.
Ver y admirar la grandeza
de la naturaleza, oler su aroma,
escuchar cuando clama pasivamente
el silencio, percibir la transparencia del agua;
sentir la fresca ráfaga del viento que susurra
al cielo, la lágrima de la lluvia que derrama
en alegría o nostalgia.
Para ayudar al afligido…
que con angustia busca el auxilio;
dándole un apretón de manos, podemos
retirándolo del suicidio y salvarle la vida
a pesar de ser un completo
desconocido,
Permitirnos amar sublimemente
o caer en la desolación, también podemos
compartir, perdonar, esperar… ¡Ay, mi vida!
Existen tantas cosas que se pueden
hacer en un minuto y eso nos puede servir
para reflexionar.
-Despierto-Te miro… estás adormilado, te abrazo, y
este minuto es para mí de gran alegría,
me sirve para decirte lo mucho que le agradezco
a la vida, por tener tu amor y poder levantar
la vista al cielo y decir… gracias por esta dicha Señor;
gracias porque permites tenerlo aún a mi lado.
Para eso sirve un minuto… en el segundo
más hermoso de la vida.
Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Martes/Septiembre/23/2008 5:19:45 pm
Autora mexicana