Hagamos una estadística
de los buenos días
y de los no gratos momentos.
De cuantas veces al día
dejas un hueco,
por arriba de tu barbilla
justo en el centro
de esa tu simetría.
Hagamos la estadística
de las guerras,
de los veteranos vencidos,
de los acuerdos de paz
que luchan por seguir vivos.
Esas cuantas veces,
te has caído
no las contemos,
capturemos las que has vencido.
Hagamos estadísticas,
de matrimonios felices
y de aquellos...
que se han quedado averiados
sin olvidar a los que la inocencia,
mantiene entrelazos.
De cuantas peleas
se dan en un rato
de los cuantos amigos
que has hallado.
Hagamos estadísticas,
de los gritos ahogados
del culpable miedo
que se ha llevado reclamos
de ese silencio,
que te ha encontrado
a ti,
a mi,
a ellos
y no has triunfado.
De tus penas,
de tus alegrías
de tus ratos contigo
en el que el tiempo,
suele ser tu enemigo
y te susurra al oído
eso que has partido.
Hagamos estadística
de cuan feliz eres
y cuanta tristeza tienes
contemos las veces,
que tu no te entiendes
esas que te levantas
y no sabes lo que eres.
De cuantos dueños
existen de ti mismo
y cuantas veces
has querido reinar
sobre ellos mismos.
Hagamos el recuento
de cuándo has dicho te quiero
cuánto te han amado y entregado
sin pensar si quiera en devolverlo
De cuántos besos
han quedado
en el lugar incorrecto
de cuántos abrazos
son dados
en los mejores momentos.
Hagamos estadística
de cuantos versos,
sonetos y canciones
se han empeñado,
para que tu adores
sin olvidar esos
que han fracasado
una y mil ocasiones.
Dejemos esto sin renglones...
contemos las mejores ocasiones
Hagamos una estadística
de los buenos días
y los no gratos momentos.