Una gota de agua
en una flor
quise capturarla
y estalló.
Gotas de agua
del rocío mañanero
no pude capturarlas,
¡estallaron primero!
Gotas de agua
del aguacero
quise capturarlas
y me bañaron entero.
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Autor: Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela