Le quise a él
suave brisa de primavera,
le quise
como la vez primera
sin pretensiones ni exigencias,
sin obligaciones ni querellas,
le quise
a manos llenas,
y no importan
cuántas noches en vela
ni cuántos deseos le he pedido a las estrellas,
cuántos sueños rotos por su ausencia,
yo le quise a él
con el alma plena.