Cada año esperaba con alegría, el mes de Diciembre; Pues para mi representaba lo más especial del año, era la Navidad que se apoderaba de los Sentidos y se podía percibir algo Mágico en el ambiente…
Pero ese día no llegó..!
Había llegado el momento de abandonar ese mundo Mágico en el cual vivía … Había llegado el momento de pensar como adulto; Y la ilusión de esperar tan ansiada fecha se fue alejando junto a mi alegría…
Mi mirada se posó sobre nubes lejanas remontando cimas tan altas como el Everest y volviendo atrás en el tiempo, para descansar entre recuerdos de infancia ,que se volvieron cristal sobre las colinas de mi vida…
Y comprendí el porqué del frío invierno…
Fui juntando mis sueños y los conté uno a uno; Y me di cuenta, muy tarde ya, que muchos de ellos se habían perdido en el camino… Cayeron en el vacío que separa al Hombre del Niño…
Y la Navidad se hacía más triste ahora ¡! Se re-versaban las sonrisas volviéndose tristeza…
Y la Navidad ahora ya no tenía sentido, pues Yo, ya había crecido…Y todo giraba en torno a la realidad…
Y la Noche de Navidad, me propuse esperar a Santa y confrontarlo con mis temores…Y lo esperé toda la noche… Con galletas de Mantequilla y un Vaso de Leche fría; Pero no vino…Abrí todas las ventanas para poder escuchar algún Cascabel o alguna Campana que me alertara de su presencia, pero no fue así…
Y en medio de la Noche Buena, me fui a caminar en busca de respuestas, no sin antes buscar debajo del Arbolito de Navidad algún regalo que Santa, de alguna manera, había dejado… Busqué también, debajo de mi cama ¡! Pero nada…
Por alguna razón vi llorar a Santa…!! Y comprendí, que sería mi última Navidad…
Me senté junto a Él, en medio de aquella acera solitaria, bajo la tenue luz de un viejo farol… Y sin decir palabra alguna, lo abracé… Y lloré con Él; Pues sentí que su tristeza era tan grande como la mía… Y con tan solo mirarlo comprendí que ya no habría más regalos para mi…!
Solo un viejo trineo, tirado por Renos cansados de tanto trabajar, que esperaban con paciencia la voz de Santa para partir…
Y así fue como Santa me miró, y con una lágrima que recorrió su mejilla, me dijo Adiós!!
Me entregó un granito de Arena como Regalo…! Fue mi última Navidad…
Cada Diciembre… Aún lo espero ¡! Aunque sé que ya nunca lo volveré a ver ; Aún lo espero ...
Hoy en día, cada 24 de Diciembre adorno mi árbol con Cariño, con Amor y Ternura;
Pues es lo único que tengo en mi Corazón…! Y la ilusión seguirá viviendo dentro de mí... Hasta mi muerte….
PD
Pasamos nuestra vida camuflando nuestra tristeza , con papel Regalo...
La Realidad se vuelve una Lanza , que atraviesa el Corazón ; Es por eso que a veces el Corazón actúa por razones , que la Razón nunca entenderá...
Amin Sucre Noueihed
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