En mi alma oscura penas muy lúgubres se anidan
caen las gotas negras desde mis lagrimales
pájaros vuelan alto surcando viejos males,
mas mi pena labriega será de quienes pidan.
Ha muerto!, el sol a muerto de sombras amarantos
en la soledad sucia de mi antiguo crisol,
bebiendo la tristeza férreas de mi sol
y, hambriento de mis bocas se ayunan estos santos.
Al borde de un sepulcro lloran siempre mis partes
las penas en los hombres son siglos: lunes, martes...
muerte yo te pregunto, ¿por qué escondes lararios?
muerte por qué te escondes detrás de cada vida,
pena prístina acaso doblas tu pronta huida
tal vez estarás triste, mas he aquí mis calvarios!.
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John Morales Arriola.