<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} -->
A lo lejos, donde mis ojos alcanzan, la calma
en la mañana fría, en la tarde soleada
como cuando nada pasa, como en el alba.
En mi covacha, sentado frente a la puerta
observo los gritos en silencio, la espera
tan larga se mata escribiendo un poema.
Puede que esta noche venga la luna llena
o puede que quizás mañana la tormenta,
pero en mi tiempo la vida sigue a la espera.
Ojos que mirar no saben si el sol los ciega,
rincones de paz, remansos de niebla,
casas de barro, monumentos de piedra.
Tan lejos, solo en la espesa selva
grito por dentro, callo por fuera:
Unos pequeños versos y la guerra.