Frente a frente Papá, desde el cielo a la tierra
Como observándonos, desde tu nube celestial
Viendo lo que te echamos de Menos, tu familia
Pues nos quedemos con tu pasado, sin igual…
Que dura es la vida, Padre de mi alma
Cuando más cerca te teníamos,
Dios te escogió, para su autopista
Y te alejaste sin querer, de nosotros…
Te perdimos para siempre en la tierra,
Pero si hay un cielo, esperándonos estarás,
Para preguntarnos, por los años de soledad,
¿Qué le paso aquel día Dios mío, a mi Papá?…
Yo estaba esperándolo en su casa, con Mamá
Para ver una película de video, que jamás vera
Por la trastienda que la vida misma nos regala,
Suspire cuando vi tu cuerpo, tapado en la cuneta…
Haciéndome mil preguntas ¿Por qué a mi Padre, porque?
Señor que entre el cielo y la tierra, viste la tragedia
Desde entonces jamás volví, a ser el mismo ¿Por qué?,
¿En un segundo nos dejaste, entre el sol y la tierra?…
¡Apocados con el dolor en los abismos, de tu silueta!
No puedo dejar ni un día, de recordarte, Padre mío,
¡Porque tú no te merecías esa muerte, tan violenta!
Siempre viviré pensando en ti, mi Padre querido.
¡Por mucho que viva en la tierra, Padre de mí ser, siempre estarás en los pensamientos que habitan contigo, en la tierra!
Modesto Ruiz Martínez / lunes, 29 de diciembre de 2014