Hoy despierto enamorado,
Y mi forma de amarte
Se abre entre silencios musitados;
Hoy he despertado,
Con el sol entre abriendo mis ventanas,
Y acariciando con tibio roce,
El frágil rubor de mis mañanas.
Hoy me siento enamorado de ti,
No sé si más que ayer
O si será menos que mañana,
… pero amanecí como nunca pensándote;
Tengo un calor liviano en el alma,
Y mil palabras dulces in pronunciadas,
Y todo ello me trae una sola idea,
Amarte como niño,
Como tenue rocío sobre flor intacta,
Como almíbar guardado
En perpetua posada,
Como palabra virgen,
Acogida en tus entrañas.
Siento que te amo desde mis miradas,
Y pienso que al no verte,
Ese silencio me devuelve a los vacíos,
Vacío donde habita el silencio, de mis otras palabras;
Siento que te amo
Y es entonces,
Donde devuelvo el verbo apagado,
A su forma más innata,
Donde habitan las palabras muertas,
O aquellas que jamás tuvieron causa.
Eres el verte en las mañanas,
Y el sentarme a tu lado,
Con un café en aromada taza,
Eres el silencio a mi lado viendo la playa,
Y el dulce sonido de las olas, recién llegadas,
Eres apacible noche,
Y sonrisa hablada sin reproches,
Eres mi mustio silencio
Y mi más conspicuo sueño,
La palabra dulce que declama,
Que no hay amor sin tibia morada;
Eres pausa de mis noches,
Y alegre sueño sobre mi almohada;
Eres…
La sencilla mujer de la que hablo,
La que ríe,
La que llora,
La que calla y también la que reclama,
Eres…
La mujer que amo,
La que sueño,
La que espero,
La que a mi vida le da una pausa.
Hoy despierto diferente,
Porque sé que de ti…
Estoy dulcemente enamorado.