Oh! voluptuosas olas, engreidas, plateadas,
encintas de misterios, de leyendas preñadas,
que errando a la deriva nadais de predio en predio
dueñas sois de destinos, de quijotes remedio.
Ayer bajé a la playa, me encaramé a tu vientre,
con ansiedad trepando llegue al pecho turgente..
Éramos dos amantes como dos animales,
de placer disfrutando nuestros juegos florales.
Mas poco aquello duró pues se asomó la brisa
y al amor adormeció y apagó su sonrisa.
Y fue asi de esa guisa que en este corazón
solo queda el recuerdo pues huyó la pasión.
Y desde ese momento se olvidó de soñar,
hundido en su amargura nunca volvió a la mar.