el poeta solitario

La noche

Día convirtiéndose en noche,

quema el borde de mi alma.

Por la noche,

yo me vuelvo luminosidad.

Se apaga el fuego,

se deshacen mis huesos.

La oscuridad

me corta el aliento,

destroza mi lengua.

Ojos ciegos,

sonrisa blanca;

sonámbulo

vago por la oscuridad,

mirando la luna;

mientras la noche

se apodera de mi alma.

Al amanecer,

la luna se oculta

aterrada por la luz.

Cuando se va,

se lleva mi alma.

Cuando desaparece,

me deja solo.

El sol va saliendo,

y mi cuerpo se desvanece.

En su punto más alto,

anuncia que es de día;

ya no hay nada que hacer,

nada que decir.

Me siento débil,

el fin ha llegado;

ya no me queda nada,

la noche ha acabado