Me repito que la vida
es un cotidiano florecer,
como un milagro sin pudor.
Gozo al calor genuino,
de esta luz recibida cual don
en el primer aliento.
Entre el cuerpo y las superficies del cielo,
plena de significado,
anuncio mi voluntad
de transformar cada cruz
en amor.
traducción de Ana Caliyuri