juan sarmiento buelvas

FANTASÍA NOCTURNAL.

 

Dejándonos calificar por nuestros deseos,

despojémonos de lo que nos sobra,

demos rienda suelta a nuestros arrebatos.

Que sea el embrujo de nuestras contorsiones.

Que sea la imaginación y el deseo,

el encargado de afinar nuestro delirio

asiéndote el Stradivarius de mi imaginación

acomodando  nuestras extremidades cual rompecabezas

encajados por el capricho de nuestras sensaciones,

produciendo melodías al roce de nuestras extremidades,

en re mayor sostenido.

Que el pizzicato de mis dedos en tu cuerpo de violín,

sea la nota más alta que de  tu melodía.

Que mi arco al deslizarse con sutileza

sobre las cuerdas de tu diapasón                                                                              

te haga vibrar en lo profundo de tu intimidad,

escuchando una sinfonía de  pasiones

acompañada de la consonancia

de guturales gemidos

y aceleradas palpitaciones                                                                              

confundidas entre ardientes fusiones de cuerpos

vibrando en un torbellino de contorsiones,

en el desenfreno de nuestros ímpetus,

que servirán de inspiración para colocar la lirica

a los acordes de esta polifonía delirante ,

en la eternidad que dure nuestro encuentro.