Robarte un pensamiento quizás sea demasiado
Para mi rodear tu existencia es mi única fortuna
Surcar tu horizonte quizás sea inesperado
Mi Hermosa niña, de Ojos color aceituna.
Llenaste mi corazón de deseos vacios
Brindaste sonrisas como al menor de tus amigos,
Me llevaste a inventar sonidos para mis propios sentidos
Que solo por una vez me dijeran que no todo está perdido.
Tenerte es imposible porque de ningún modo existo
Percibir tu esencia es más difícil porque tu aroma se ha extinguido
Y que el mundo nunca recuerde, nuestro amor jamás visto,
Amarte será sin nacer algo ya perdido.
Para que llorar sobre los pensamientos de un amor iluso
Para que componer como si fuera nuestra la Luna
Para que soñar con algo que no fue ni tan solo un blanco difuso
Para que perturbarte, Preciosa Mujer de Ojos color aceituna.