Nada más que esto.
Sólo un verso triste
que sirve de refresco
a mi cabeza que arde
desde que te fuiste.
Nada más que esto
vasos vacíos en
un mundo funesto
que me hacen pensar
que mi pensar no es mío.
Nada más que esto
que la lluvia amaine
y que salga el sol
para poder salvarme,
para poder tocarte
y que me toques,
como hacíamos antes.
Nada más que esto,
un segundo,
un instante
y tu corazón distante,
como distraído.
Nada más que esto,
humo efímero
de colillas enterradas
como las miradas
que al mirar no dicen nada.
Nada más que esto,
veredas sin rumbo,
preguntas marchitas
por un “NO” rotundo
en un mundo de lápidas.
Nada más que esto,
un profundo surco
sucio y malgastado
por las lágrimas.
Nada más que esto,
un breve texto
que en apenas dos páginas
sangra la pena
y no deja nada más,
nada más que esto.