¡Adiós!, año terminado.
En la memoria me pierdo,
de tus días el recuerdo,
ser feliz o desdichado.
Yo te doy un aprobado.
¡Bien venido!, año naciente.
Quiero seguir sonriente,
engañado en la experiencia,
llegar sano de conciencia
a tu final excelente.
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Año Nuevo, vida nueva
Un tópico que se entiende.
¿Conseguimos en la prueba
lo que la ilusión pretende?
Porque me angustia que el cielo
trastoque mis ilusiones,
voy a comenzar el año
moderando mis pasiones:
Contra el impulso vehemente
la templanza he de poner;
mesurado en el hablar,
discreto en el proceder,
y en el trato familiar…,
nada que pueda encender
esa lucha infortunada
que es de costumbre tener,
cuando se falta al respeto
y no se cumple el deber.
Intentando obrar así
con templanza y sobriedad,
quiero disfrutar en mí
la bonanza de la paz.
Poemas de Camilo*