No sumirá mi vivir el cansancio
No se acabaran las letras,
El silencio no muere en amor y compañía
La extensión del árbol
Seguirá en alcance de paisajes escondidos.
Cristo vive en el trono de mi interior
Su fuego conquista el mar naufrago
Cada día, suenan las olas
Corriendo por encima sus compañeras
Todos distintos, niveles de una sola autoría creadora
Por tanto siempre un campeón sobre vencedores.
El cristal furor de la fiera
Arranca hasta la más trepadora raíz
Arraigada al imposible descubrir de la tierra,
Otoño cariñoso del cielo
Erizante Rey en el trono tan alto y lejos
que explota el corazón en sentimiento.
Escalones sin formas a la vista
Liso su camino como la llanura,
Tan fácil el peligro de la caída
Tan atenta la tentación al volteo de miradas
Al descuido del guerrero en llamas
De santidad paz fe y alegría.
Tan difícil de parecer el detalle
Por la velocidad del paso
Apreciando cada diminuto toque
Parpadeos que indican siempre
Abstuto prudente sabio y pensante.
Caminar con manos en alto y abiertas
Percibe parecer cesante
Que carcome la armadura,
Pero es verídico en este estilo de vida
En el que amo y glorifico
Adoro y alabo y del canto no quedo
Como sediento en cansancio…
Rey Padre Jesucristo
I love he, el me dio este nuevo vivir
E hizo posible
La oportunidad de mi existir.