a…Blanca Estela
Que distintos son tus brazos cuando rodean mi cuello…
y, al compás de la música danzamos,
que lentitud del momento
en el oscuro instante
mientras tus senos se pegan a mi pecho
tu boca, sí tu boca, se pierde entre mi boca;
que distinto momento es hablarte al oído
balbucearte un “te quiero” en el obscuro tiempo
porque el tiempo es muy corto para mirar tus ojos
porque el tiempo se acaba para robarte un beso.
Distinto (pero distinto) fue todo
tu mano en mi entrepierna, mi mano en tu cintura
mis labios en tu cuello
haciendo travesuras
por eso es tan distinto besarte en esta noche:
no hay nada que no sepas ni nada que me ocultes
…yo soy el que te busca
…y tú la que respondes.