Adios 2014, adios a las paradojas del destino, a los desenlaces que nunca se llevaron a cabo, y a la experiencia que se quedó como una vieja amiga.
Adiós pasado de altibajos, solo queda reconocerte como lo bello o lo ingrato que fuiste, gracias por enseñarme a querer con más pasión, a ver con ojos diferentes cada recuerdo, gracias por dejarme la ventaja de ver a Dios en primer lugar, por abrirme los ojos ante su tierno amor y guardarlo en mi corazón como lo más importante.
Gracias 2014; porque contigo aprendí a crecer, a reír y a llorar, a meditar lo importante y dejar lo doloroso a un lado, a diferenciar la tormenta de la paz y tranquilidad, de ver que todo Dios lo cubre con sus manos y al final nos regala un arcoiris y una sonrisa en el rostro.
Ahora a recibir el 2015 enamorada de la vida, de la necesidad de respirar, de mirar hacia el futuro con un pergamino de historias nuevas que se despliegan ante mis ojos, y la ventaja es que este año tengo una pluma nueva para volver a escribir cada día una historia nueva, con derecho equivocarme y perfeccionar, de poder ser feliz y de disfrutar de las personas que quiero! Feliz año!