Mi vida era una crónica drámatica con muy buena poesía.
El amor precisamente no me corría por las venas,
¿Ves cómo lo digo en pasado?
Buscando un libro te encontré, de página en página me enamore.
Érase una vez una tarde no tan lejana, cuando por \"causalidad\" en un buscador te encontré, tan perfecta preguntando te contesté, no recuerdo el nombre del libro que te elegí pero algo es seguro, te asuste.
¿Cómo seremos las mejores amigas? aún recuerdo todo lo que preguntabas y yo contestaba nada, así de la nada, como las respuestas dadas, me enamore.
Un día te fuiste, yo no te puedo poseer, me escribiste un par de e-mails y mi vida a la normalidad debía volver pero ¿Qué debía hacer para decirle a mis latidos que ya tus Dms no iba a leer?
Quería bloquearte y tirarme a llorar, pero tu comenzaste y tu lo debías terminar. Amarte no era una opción, extrañarte era mi solución.
Una tarde mientras tus correos releía, mi pupila se agrando, mi corazón latió y mis ojos aturdidos te leyeron por la segunda primera vez, casi sin pensar escribí: Te quiero y te extraño vuelve a mí, con suma rapidez respondiste y mi corazón volvió a vivir.
La verdad de una tarde me tiene junto a ti, tus ataques de pánico me hacen sufrir, a pesar de todo y sin saber nada, te quiero junto a mi, eres la que me hace feliz.
Te quiero pedir: Quédate junto a mi y hazme muy, muy feliz.
Sin más que decir mi vida dejo y mi poesía tan cerca de ti.
(Lee las negritas y sonríe para mi)