I
Un bobo se enamoró
de una preciosa sitiera
sin que nunca le dijera
lo que con ella soñó.
Esta es mi novia – pensó -
con ella me casaría.
Le obsequiaba cada día
rosas de las más hermosas
sin que hablara de otras cosas
que no fueran boberías.
II
Un loro tenía Omar
que decía muchas veces
las palabras más soeces
que puedan imaginar.
-¡Loco me vas a dejar!-
Dijo Omar- ¡Al gallo acudo!
¡Te voy a soltar desnudo
en medio del gallinero!
El loro gritó: -¡Primero,
prefiero quedarme mudo!
III
Un viejito le propuso
matrimonio a una muchacha
-Conservo muy buena facha-
le dijo el longevo iluso.
-¡Puedo disparar bien! ¡Uso
el arma como un atleta!
-No confío en tu etiqueta-
Dijo aquella al contestar
-¿De qué te sirve apuntar
si es tan vieja la escopeta?