Cocinero de olorosas salsas,
de ocultas recetas de nombre francés.
Si llega a mi casa y su arte me brinda
me siento un burgués.
Qué delicia percibir el gesto
delicado y noble que pone al servir
manjares sabrosos, de gusto exquisito
que otorgan momentos de grato vivir.
Guerrero del Chaco, nunca habló de guerras.
Gusta de coloquios con poco de alcohol.
Valoro su afecto profundo y sincero
Marino de alma de porte español.
Un galeno humilde a su arte rendido
dedica estos versos al chef singular.
Sencillo homenaje que entrego al amigo
que llena mi casa de aromas sin par.
04-11-91.-