Sathya Barascout1
-He aquí una pequeña historia-
¿Alguna vez les conté lo hermosa que es la luna?
Ese pequeño astro que brilla cada noche en nuestro cielo.
-He aquí una pequeña historia-
Érase una vez unas pequeñas niñas, tan tranquilas, tan radiantes, eran ellas tan brillantes.
Eran tantas, incontables y a veces tan distantes. Estaban cada noche viéndome, sonriendome, susurandome sus secretos, sus deseos, presentandome a sus muñecos, a los astros mas viejos.
¿Alguna vez te imaginaste a donde iban las miradas perdidas? Preguntaron ellas, mientras yo callaba aturdida.
No, respondí y ellas rieron como si el mundo entero supiera; ¿A donde van? Añadí.
Ella se vieron y algunas corrieron sonrojadas, poco a poco con miradas señalaron al niño favorito de aquella poeta, este pequeño niño se llama Sirius, tan conocido por ser mas brillante que orión.
La poeta sonrió y comprendió a donde van todas sus miradas y versos escritos en el brillo de tus ojos.
Sirius Canis Major la observo y desde el cielo le gritó: \'Que los poetas nunca dejen de escribir y que tus miradas siempre me alimenten de mi\' Sin mas que decir el sol poco a poco iluminó su rostro y la noche se hizo día.