KS
Sólo dos letras son suficientes
Para amarte así en solitario
I
Llegas a mi vida repentinamente
Y creasteis ilusión de efervescencia;
E igual que la espuma de champaña sube en la copa,
Supiste embriagarme en mi esencia.
Mi amor nada tiene de locura
Como ayer me lo dijera el cura
Al ir a confesarle mi pecado, (¿?).
Tiene sí un acento de osadía
Al pedirte que para siempre seas mía.
No pretendo, sin embargo, apremiarte
En una respuesta que sin lugar a dudas,
Precisa de ti liberar las conjeturas
De unirte a mí, ilustre
Desconocido pirata de los mares
Donde naufragan los amores ya tardíos.
Tendrías razón al decirme exigente:
“Primero he de conocerte,
Y saber ciertamente cuales son tus pretensiones”
II
Pero, tú tranquila, pues conozco
Por mis andares de la vida que un amor no se da así: Súbitamente.
Sabré esperar, aunque oh suerte mía,
No tengo el tiempo de mi parte y
No es justamente, cómplice mío.
Pero, prefiero esperar por ti reservadamente
Para no cincelar sin piedad mi propia despedida.
He de esperar porque el camino
Sé con seguridad no me dará muchas sorpresas;
Aunque en materia de amor…, lo que es cierto es la duda.
No pienso partir en búsqueda de otros horizontes
Hasta no tener de ti, amada mía, un “sí” que me afiance
O un “no”que me extravíe en la oscuridad de la vida.
Pero quiero que sepas, que haya de encontrar la brecha
Aunque ocasionalmente me descarríe.
Teodoro Corona
Enero, 2 de 2015