Si tan solo pudiera oír tu voz una vez más antes de alejarte, y cerrar los ojos enterrándola en mí y yo con ella.
Si tan solo me regalaras un instante de tu vida para así sentirte mía, tan mía como en los días de Febrero yo de ti.
Si tan solo fuera tuya la respiración que siento a mi derecha cuando viajo, cuando leo, cuando escribo.
Si tan solo presintieras entre sueños que son muchas ya las noches sin dormir que reflejo, que padezco.
Si tan solo vieras como estoy, no me dejarías estar solo; como siempre desde que no estás.
Antes de que te vayas, si tan solo no te fueras.