Marc Tellez Gonzalez

Mi motivo de cada amanecer.

 

 

Hoy he visto amanecer como ningún otro día.

 

El tulipán se dirige al sol abriendo sus pétalos satinados esperando recibir la luz de la primavera.

 

Y así, así tus ojos iluminan tu rostro al abrirse para mi, las constelaciones se funden en cada espacio de tu radiante cuerpo, que cada día que pasa es más mío como el sol al universo.

 

Es un acto más con lo que me bendice esta vida, eres la misión que me ha encomendado el destino, en este planeta tan incierto que aún no madura.

 

Me vuelco en la razón y la transparencia de tu existir, eres mi más bella elocuencia por quien vivir.

 

 

Fresca mañana, fresca presencia de amor, dichoso estoy.

 

Perpetua idea libera mi mente, castillo de soledades que se marchita con tu inmensa presencia y mis ojos se cubren de insistencia tan sólo con verte.

 

Hoy he visto amanecer como ningún otro día.

 

Hoy ya no somos los mismos perdidos y enfadados en falsos y cansados amores.

 

Hoy somos libres.

 

Hoy somos un sólo símbolo de pasión, misticismo de abreviatura tan cierto en la ambigüedad del sentido humano.

 

Hoy se contesta mi más antigua pregunta, porque eres la más grande respuesta de mi existencia.

 

Y en ti caigo y reposo como la ceniza del volcán a la tierra, volcán que eructa, ardiente y profundo, sentido y entrañable, inmenso corazón que late a cada instante.

 

Hoy he visto amanecer como ningún otro día, día a la vida, día a tu infinita presencia excitante y acertada.

 

Mujer, bella mujer.

 

Gracias por dibujar el motivo de cada amanecer.

 

 

Marc Téllez González