Algo ha pasado que mucho o poco hemos cambiado en actitud y en pensamiento,quizá nos estemos conociendo o estemos aprendiendo.
Porque al mirar atrás verás que hubo grandes momentos y entre ellos los tristes y malos recuerdos.
Sigo creyendo que a todo se le ante pone un por qué y un para qué, y que por más que piense en alguna otra especulación, no puedo.
Porque el presente es el que demuestra con hechos que todo pasa por alguna razón y siempre será para estar mejor.
Agradezco esas lágrimas descontroladas a veces por decepciones y otras sin suficientes razones, esas críticas de las constructivas pero también de las no tan directas, esas muecas en mi rostro que son el resultado de los pensamientos y sentimientos reflejados de ese al que llamo mi mundo externo.
Agradezco ese estrés insoportable, esas ganas de querer cambiar de hoja o de empezar otro cuento mas reconfortante. agradezco aquella desesperación por no poder tomar el control; esos momentos incómodos, el enojo, los fallidos intentos de amistad, la apatía, la cobardía y la valentía; los errores, las negatividades, las mentiras, los malos pasos, el miedo, y el distanciamiento.
Agradezco cada palabra y cada acto vivido.
Lo agradezco porque todos esos momentos, hechos y sentimientos ne llevaron a sentirme bien, capaz de superar y de solucionar, de querer y de volver a amar, de levantarme con ánimos de valorar cada mañana. Lo agradezco porque en consecuencia todo aquello es mutilado y simplificado por infinidad de sonrisas y alegrías, por momentos de felicidad y bienestar, Pero también lo agradezco porque le da más color e intensidad a cualquier hueco de obscuridad, dejando atrás todo lo demás y dándome una oportunidad de mejorar.