En la penumbra de un amanecer
Mi mirada va labrando tu cuerpo de porcelana
Esas miradas que abrazan las fronteras de tu piel
Cayendo como pétalos sobre tu cuerpo
Dibujando las líneas del deseo
Encendiendo a los labios con el hambre de un amante
Soy un pelegrino en las sombra de tu piel
Sediento de caricias que germinan en un TE AMO
El perfume de tu piel suaviza el paso por esta vida
El horizonte de tu mirada me embruja
Acercándome a tus acantilados de tu ombligo
Las olas de tus brazos me atrapan
Dejándome preso ante el deseo de no escapar
Mi piel te llama, mis manos te necesitan
Y mi boca impaciente, sin cordura y razón te busca
Soy un explorador en el paraíso de tu cuerpo desnudo
En las cornisas de los besos que resbalan por tu cuello
Con las penumbras de mi miradas