Noche mágica.
Noche de nervios sin medida..
Noche prodigiosa para infantes
que en la espera suspiran.
Noche para el afortunado que es capaz
de llevar en su corazón un niño
y en sus labios la sonrisa.
Noche asombrosa.
Noche de milagros
que cada año llega a los hogares
haciendo realidad los sueños
de quien aun vive en sus corazones
la ilusión compartida.
Noche fría.
Noche resplandeciente
por el resplandor de la clara Luna.
Noche estrellada que el cielo circunda
adornándola de magnas fantasías.
Noche tierna.
Noche iluminada
por el fulgor de los ojitos de los niños
que con regocijo esperan la cabalgata
donde sus majestades y pajes
cargados de presentes les colmaran de alegría.
Noche de cebada para los camellos.
Noche de copas de licores
y turrón para los Magos.
Noche que se hace eterna,
de ansias pasajeras
y miradas perdidas.
Madrugada inquieta.
Madrugada de júbilos
y de ilusiones cumplidas.
Madrugadas de satisfechas risas
de exclamaciones infinitas.
La magia se ha cumplido.
Los Reyes no han fallado.
Padres y abuelos
se convierten por un instante
en Magos consagrados.
Noche de Reyes,
no siempre colmadas de alegrías.
Noche donde no todo es dicha,
donde las desilusiones
se convierten en preguntas
con respuestas muy dolidas.
¿Por qué mis sueños no se han cumplido?
¿Por qué la magia se ha frustrado?
¿Por qué los magos nos han olvidado?
¿Por qué el sortilegio
en nuestro hogar no ha funcionado?...
Noche de alegrías
para los “Reyes” que pueden cumplir
con tradición tan digna.
Noche de desdichas
para los que su reinado resultó fallido
rompiendo el rito a causa de divisas
porque les han robado hasta su autoestima.
Noche de caridad compartida
para que a los infantes no les falte alegría
y que a los “Reyes destronados” les lastima
que su magia sea deslucida.
Noche amorosa llena de alegrías.
Noche cálida llena de fantasías cumplidas.
Noche amorosa de fantasías eclipsadas.
Noche fría, de amargas lágrimas
de “Reyes” sin hogar e ilusiones perdidas.
Noche agridulce que niegan los causantes
de tantas desdichas.
Noche de Reyes que tratan de que se cumplan
todas las fantasías,
pero hay misivas con ilusiones escritas
que no les llegaron por falta de tarifa.
Luisa Lestón Celorio
Del libro- CON MI PLUMA EN RISTRE.
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