En el jardín de mis penas
hay tres rosas abrazadas,
dolientes y esperanzadas
tristes y a la vez serenas.
Sufren, de miedo están llenas
se sienten amenazadas,
sus fuerzas entrelazadas
son duras como cadenas.
Soportan invierno duro
que les hiela el corazón,
y de amor forman un muro
que les brinda protección,
y sueñan con un futuro
que devuelva su ilusión.