Cada kilómetro un puñal
si me pongo a pensar
los centímetros recorridos
por tu cuerpo de cristal.
Cada segundo una edad
gobernada por el frío
de latidos sin sentido
que sólo sienten soledad.
Cada palabra suena muda
si faltan oídos atentos
que sólo con escuchar
sirvan de ayuda.
Cada caricia duele hondo,
si recuerdo tus manos
tocando las mías
y no llegas pronto.
Cada beso es una daga
que lanzo fuerte al viento
por miedo a que llegue
el final de esta saga.