Mi corazón se fragmenta
Ante dos bellas mujeres,
Una es calma en mi tormenta,
La otra un cumulo de placeres.
Son dos gotitas de miel
Que empalagan con dulzura;
Una es mi esposa fiel,
La otra es fuente de locura.
Una es mi joya de oro
Mi más valiosa posesión;
La otra es también mi tesoro,
Mi más oculta adicción.
Una es quien cuida mi casa,
Que tener mi amor presume;
La otra con su paso arrasa,
Ciclón que mi cuerpo consume.
A ambas amo de verdad
Y aunque yo engañe a las dos
Cada una es mi deidad,
Pues necesito las dos.