Cuantas tardes de silencios,
sin escuchar tu voz,
que era un bálsamo en mi alma,
inspiración de paz,
alivio a una fría soledad,
se marcharon sus sonidos,
solo huellas dejaron sus palabras,
como un recuerdo sin olvido,
que aun produce un eco en mi triste corazón.
Cuantas noches sin luna,
a oscuras delineando en mi mente,
aquel rostro que se hace opaco con el tiempo,
trato en vano de guardar tu sonrisa,
que alguna vez fuera mi alegría,
se esfuma con el viento,
vuela sin piedad hasta el infinito,
y solo queda alguna mueca fría.
Cuantos días sin saber nada de ti,
que crueldad este silencio,
vagan tenebrosos pensamientos,
se repiten las mismas preguntas,
sin respuestas, sin explicaciones,
los renglones siguen en blancos,
sin letras, sin versos, sin poesía.
Colombiana.-