Es difícil entenderte,
comprenderte, y saber
quien eres al verte.
Es difícil entenderte
porque cuando te pienso me deslumbro,
tus destellos llenan de sombras mi mente;
y cuando no, los escombros
se encargan de nublar los lentes
que veían el polvo, con asombro
en el que permanecías lejana, ausente.
Es difícil entenderte,
porque exploré tus sueños y tus deseos,
y logré entender tus quimeras más veladas,
pero solo deambulas aturdida en las mías,
pero solo yo no aparezco en las tuyas.
Es difícil entenderte,
porque no puedo descifrar qué sientes,
no lo murmuras, sólo lo suspiras.
Porque al llegar, una coraza fuerte
impide el refugiarme allí.
Ahora sé que no es difícil entenderte,
más bien, que es difícil entenderme;
porque aunque
no puedo comprender lo que haces,
ni el porqué de lo que haces,
ni quién eres cuando lo haces,
trato de definirte, como
si hacerlo fuera la manera de llegar a ti.
Es difícil entenderme,
porque aunque sé que no me buscas
no dejo de seguirte,
y porque, aún no sé por qué
lo seguiré haciendo.
Diego Leonardo Ramírez Martínez