Temo escribir,
pues podría escribir de ti
Temo que, inesperado,
aflore tu nombre en un verso;
Como inapropiado suspiro
que escapa ante el altar,
Como un relámpago
en la pureza del claro cielo,
Como pesadilla
en una noche de calma.
Temo que describa tus labios
y la muerte diaria de besarlos,
O el eterno morir
de hoy no encontrarlos.
Temo que sean tus piernas
los caminos que refiera,
Que los recorran mis palabras
y mis labios les sigan prendidos.
Ya no pueden, libres de tu fina sombra,
cabalgar en la prosa mis pensamientos;
Ni de tu retrato y tu única carta
pueden mis suspiros volar mas lejos.