Me entristece mucho que lo
que la lista lesiona y los ojos no logran ver.
Me entristece ver como siguen
habiendo poetas de pacotilla como yo
y que, sin embargo, llego a ser leído.
Ver cómo en el futuro nos toque comer
siete potajes en una sola pastilla; eso da lástima.
Da tristeza que hay amantes que se necesitan
y no contestan a la llamada de un nuevo amor
porque así sómos en un principio, y eso entristece.
Me entristece como un puñado de imbéciles
llena cajas con papeles para votar a un pelmazo...
Con ese papel hago porros y creo a la expanción
un círculo de más pelmazos que se tomen de la mano
y canten \"give peace a chance\" y eso me entristece.
También la espera por puro capricho
y los besos que se quedan a doble espacio
porque hay gente creída y también muy importante
y ambas gentes me entristecen.
Me entristece, que en ocasiones, trato de dibujar
y no logro sacar un solo boceto de grafito
porque \"la inspiración debe agarrarnos trabajando\"
y a veces me viene en sueños
o antes de dormir, y eso me entristece.
Me entristece que el papá de mi amigo
no es quién llega todos los días a las seis de la tarde,
sino el que viene a dejar la leche a las seis de la mañana...
Que las gaviotas suenen tan bien en los poemas
y que, a la larga, no son más que buitres de mar con buen aspecto.
Que las canciones de amor tengan que ver
con recordar a tantos amores juntos, y es un bodrio.
Que haya libros tan bien parecidos y bien dotados
y se queden a la mitad de la lectura.
Que la arquitectura tenga que ver con un orden estético
que las amapolas no crezcan allá como crecen allí,
que las campanas doblen de tristeza en Comala,
que la lluvia que se avecina termina por decir \"aquí no llueve\"
que la trivialidad de los ocasos suceda cuando no puedo tomar la foto
que mi amor esté reflejado en un espejo roto
y que hay días tan feos como ése al que le dicen Lunes
y eso también me entristece.
Blas Roa