¡Oh!, mi amada es de marzo
y, suave capulí detrás del talle,
sus manos son de cuarzo
y, sus ojos un valle,
mi amada es de las noches en detalle.
¡Oh! mi amada es de ignota
belleza; entre todas las mujeres
de su alborada brota
renuentes los quereres
y, en la escarlata viña, dulce eres....
He aquí, eres semejante
a las espigas del aquilón grana,
te lo dice: tu amante
entre lirios mañana,
tomaré de tu brote, ella hosana.
Y si ella me besara
los lirios y los valles de tu estrado
será de quien me amara.
Amada oye a tu amado:
que en besos ninfas oye tu llamado.
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John Morales Arriola.