sabes...te sigo buscando cada amanecer,
Echarte tanto de menos me hace perecer...
Enloquecer es lo que me queda,
Resistir sin saltar...no creo que pueda,
Los acantilados me hablan,
Me susurran: ¿a qué esperas???...
Verás, le contesté sin fé en mi humildad,
Volví a nacer... resucité en la tempestad,
Realidad era sueño, soñaba con volver al mar,
Ese mar de mis sentimientos que me quiere ahogar,
Me cuenta sus lamentos y los cuentos que me hacen recordar,
Me susurra los intentos, las luchas contra mareas y vientos,
Me recuerda las batallas en un reino del cual no queda nada,
Me aclara con voz despiadada que la guerra está perdida,
Que cese mi escalada, que me deje caer a vacío herida,
Que el peso de esta vida no lo aguantará la almohada,
No es tiempo de soñar con maravillas retocadas,
Las olas me acarician, se notan frías... desoladas,
Me eternizan en una piel blanca helada,
Dejando congelada mi alma abandonada,
Un tanto cansada de pelear contra la nada,
Regresó conmigo, cuerpo sin alma no vive,
Entendió que fué rozada por el olvido,
De un ángel oscuro que nos ha querido,
Ángel marinero que tuvo que zarpar,
Escapar a un lugar perdido que yo no puedo encontrar,
En su paraíso debido... allí estará...
Bastará con romper el conjuro,
Y la reina destronada caerá al inframundo,
Mundo mudo de caídos,
Donde el silencio será el mejor de los partidos,
Por partir en dos, fallé a mi alma...destrocé tu corazón,
Por eso ya no tengo calma, ni esperanza de un tiempo mejor,
Por eso no escribo pero te pienso, no tengo rencor,
Todos los momentos están ilesos dentro de mi razón,
Mi mente los guarda, le quita peso al corazón,
Pues no aguanta pensar lo que pudo ser esta pasión,
La devoción la guarda intacta, inmersa en la oscuridad que atraviesa,
Cada vez que mi mente piensa, el siente...
Así se dejó llevar por la corriente,
Evidente fueron impulsos latentes,
Cuando sabes que tu alma está al otro lado para siempre,
Pero si tu corazón ya no me extraña,
Si tu alma en algún momento me acompañó...y ya no me acompaña,
Todo esto que me daña acabará por ser leído,
Igual tarde...una vez que haya saltado al valle de los caídos...