Yo sé que estoy escribiendo
(como dijera Enoch),
no para que ahora me lean,
sino por mandato de Dios.
Yo sé que brilla en el cielo
una estrella con mi nombre,
porque la tuvo Jesús
y la tiene cada hombre.
Y sé que está brillando
aunque no sepa cuál es,
ni lo está haciendo donde,
ni que lo hará hasta cuándo.
Que un día se apagará,
eso bien mi alma lo sabe,
pero cuando eso suceda,
iré a vivir con los ángeles.
Esta copla se termina,
pero casi es una copla,
mas, si mi estrella ilumina,
¡yo alzaré feliz mi copa!
¡Viva mi estrella y Jesús!,
¡Viva!, ¡Viva!, ¡Viva!, ¡Viva!,
¡Beberé a la salud
de Aquél que me da la Vida!