porque comparten con migo momentos muy especial.
Tengo en mi casa un zoológico de los animales que hay,
tengo un lorito bonito, “papui” lo llame al llegar,
fue la primera mascota que trajo a casa mi Mama,
también tengo una perrita, “negra” ese es su nombre real,
cuatro periquitos lindos, “ponchito”, “blu”, “perla” y “princesa”, que no dejan de chillar,
un gato llamado “Misu” juguetón con los demás,
una guacamaya hermosa que me regalo Papa,
que lleva por nombre “guaca” y no se deja encerrar,
y la gran protagonista la paloma “Cururú” que es la jefa del zoológico,
quien dirige y pone en orden, a toditos los demás.
Un día el gatico “misu” de vivo quiso pasar al comerse la comida que era para “cururú”.
Los animales al verlo, comenzaron a llamar, cururú, cururú, cururú, ven, que “misu” te va a dejar sin comida, se la está comiendo ya.
Cururú escucho el llamado que a gritos hacia la “guaca” y toditos los demás.
vino volando enseguida y con fuertes picotazos a “misu” hizo maullar y corrió y corrió el gatito, porque la paloma cururu no lo dejaba de picar.
Con pecho sobresaliente, altiva y muy engreída la paloma “cururu” les advirtió a los demás.
que si alguno de ellos osara hacer lo que hizo “misu” de a picotazos seguro los haría correr no más.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado. (Fin)“
Moraleja del cuento: no ágamos a nadie lo que no nos gustaría que nos hicieran a nosotros. Porque podríamos salir picados como “misu” el gatico del cuento.