Cinco años de soledad…
El día que los reyes deberían
Haber dejado los regalos…
Se llevaron una gran estrella de nuestro lado,
La tarde comenzaba a declinar…
Tu ausencia se convertía en una triste realidad
Y aquella noticia dejaría las huellas
Más profundas en nuestra oscuridad,
Cinco años de soledad…
El agua ya no estaría caliente,
La yerba que adorabas no haría esa espuma
Que tanta sonrisa dibujaba tu alma
Hasta el Mate sentiría que marcharas…
Las tardes se convertían en martirio constante
Y las noches más oscuras que antes…
Empedrados los caminos venideros
Salpicado el corazón de todos los que te queremos.
No habría brasa en el costado de la casa
Que calentara aquella gran parrilla familiar
La carne preferida de Papá,
El asado, los chorizos, las costillas…
Y aquella abundante ensalada
Preparada en las manos de mamá,
La leña que nos hacía juntar…
Cinco años de soledad.
Las mañanas a todo volumen
Los sábados a puro chámame
Los hermanos Cardozo en tu garganta
Las letras de una orquesta que aún resalta
Todo el esplendor de tu voz,
Un sapucay en Jesús María
Mientras la pantalla domina
Aquellas viejas domas que tanto adorabas
Los caballos salvajes y domadores de clina limpia
Hoy por hoy no se olvidan
De tu fanatismo por las clinas…
Fin de semanas enteros
Amaneciendo junto a los parientes
Madrugadas eternas alrededor de una mesa…
De cuatro o de seis eran los pleitos
Desde el truco, pasando por el quiero re-truco
Y porque no? Hasta el vale cuatro
No parabas…
Como se extrañan esos gritos del “Gato”
El famoso tío “Gato”
Para toda la familia entera…
Como una flor en la oreja
Que valían más de tres puntos
Dejando mudos a todos los mundos…
Y como si fuera hoy que ha pasado el tiempo
Tan deprisa…
Que no quise dejar de escribirte,
Que no quise dejar de sentir esa brisa
En todos tus momentos locos,
Los recuerdos de todos nosotros
Cuando estuvimos juntos,
Y desde el dolor profundo de tu partida
Solo recordarte día tras día,
Con esa alegría que atravesaba tu pecho
Cuando la familia estaba reunida…
Christian A. C. Vázquez