No sé si exista hora, momento, situación o circunstancia que me aliente cuando en ti pienso.
Podrá ser ese instante donde de repente cae la sobria presencia de tu desdén azul.
Manchas todo un paisaje con tu infinita presencia y te vuelves parte cielo que cae sobre la montaña blanca.
De ti existe la armonía cual goza mi alma, que inquieta mis ansias en cada instante cuando te veo.
Imagino mis tardes empapadas de dulce sabor a ti, caes como cocos de nieve y mi amor se vuelve la fuerza de gravedad que atrae nuestras almas.
Perdemos el buen sentido, ahogamos palabras en largos suspiros que cantan la devoción en el instante que somos plenos y hambrientos de la pasión.
No importa el lugar como lo importante que es el tiempo en cada momento que hábito tu cuerpo.
Somos uno solo en el universo, nada más importa, momento mágico donde existimos únicamente tu y yo.
Así es nuestro amor, así de simple pero a la ves tan profundo.
Marc Téllez González.